La dictadura de la imagen: la anorexia

Nacer, crecer son pasos inevitables en la vida, son un orden de sucesión inalterable. Pero hay algo que sí se altera, que cambia, y es el mundo mismo, las personas que llegan y se van de él, y lo que para cada persona significa la realidad.
La etapa de la vida en que esa realidad se encuentra más compleja es la adolescencia y eso sucede porque es un momento de tomar decisiones, de conocerse mejor, de decidir cómo encarar la vida, de independizarse. Por esta razón es muy importante en la vida del adolescente contar con un apoyo emocional que lo contenga ya sea un amigo, la familia o el entorno mismo.
No todos corren con la misma suerte. No todos cuentan con ese apoyo tan crucial en ese momento. Y esos "no todos" son los que pueden caer en una enfermedad muy grave y preocupante en nuestros días: la anorexia.
El término anorexia proviene del griego a-lan (negación) + órego (apetecer), es decir, es una negación del apetito, de las ganas de comer. La anorexia es entonces una alteración grave de la percepción de la propia imagen acompañada de un intenso miedo a engordar.
Los principales síntomas de la anorexia son
pérdida de peso del 15% o superior por debajo del peso esperado
uso inadecuado de laxantes, enemas o diuréticos en un esfuerzo por perder peso
restricciones en el consumo de alimentos por decisión propia y a menudo a escondidas
ausencia de la menstruación
atrofia muscular del esqueleto
pérdida del tejido graso
presión sanguínea baja
piel amarillenta o manchada
depresión que puede estar presente además del trastorno alimentario
renuencia a admitir que padecen la enfermedad
Si bien el diagnóstico es un paso importante porque implica reconocer la presencia de la enfermedad, es necesario también, explicar cuál es el tratamiento adecuado para solucionarla. Los objetivos más importantes del tratamiento son la corrección de la malnutrición y la resolución de las disfunciones psíquicas del paciente y su familia. El propósito del tratamiento es restaurar primero el peso corporal normal y los hábitos alimentarios y luego intentar resolver los asuntos psicológicos. En algunos casos, se puede recomendar la hospitalización del paciente (generalmente cuando el peso corporal cae por debajo del 30% del peso esperado) Los cuidados de apoyo por parte de médicos, una terapia de comportamiento estructurado, la psicoterapia y la terapia con fármacos antidepresivos son algunos de los métodos que se utilizan como tratamiento. En los casos de desnutrición grave y potencialmente mortal se puede requerir alimentación intravenosa.
En nuestro país, en la actualidad, tanto la bulimia como la anorexia son una importante problemática que aparece cada vez a una edad más temprana, afectando a nenas desde ocho y nueve años en todas las clases sociales. Según una nota que se publicó el 26 de noviembre pasado en la versión digital del diario Clarín, "en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, reciben unas 2.000 consultas por año y tienen una "población estable"de entre 5 y 6 pacientes internadas por anorexia, chicas con desnutrición grave, que perdieron el 50% de su peso. También en el Hospital de Niños de La Plata diagnostican cada año una docena de chicas de menos de 15 años con anorexias que demandan tratamiento urgente, y ya han internado a más de 25 niñas con desnutrición extrema por estos males".
Es por esta razón quela Cámara de Diputados bonaerense dio media sanción a un proyecto de ley que crea un programa provincial para la atención de la bulimia, la anorexia y otros desórdenes psíquicos de la alimentación. El programa brindará asistencia, tratamiento médico y psicoterapéutico en las modalidades de internación o tratamiento.
Es de suma importancia tomar conciencia de esta enfermedad y de muchas otras de carácter psicológico para prevenirlas acompañando, escuchando, guiando y aconsejando al adolescente en su paso por esta etapa de vaivenes y dificultades en el conocimiento de su cuerpo. Ataquemos las causas y no las consecuencias.


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