miércoles, 7 de marzo de 2007

Entrevista a Luis Salinas


Luis Salinas: "Siempre me guié por las necesidades"
El guitarrista dijo que busca un sonido más puro y que ya no le interesa mostrarse como un intérprete virtuoso.
El guitarrista y compositor Luis Salinas, uno de los más destacados intérpretes y autores de la escena musical argentina, acaba de editar el disco compacto "Ahí va", en la que después de la experiencia del doble "Música argentina" -donde ejecutó la criolla e hizo un recorrido por el folclore y el tango- vuelve al sonido eléctrico del latin jazz que caracterizó su propuesta histórica.
"Siempre me guié por las necesidades y las ganas, y después de «Música argentina», que fue como una recuperación de las músicas de la infancia, quise volver a la guitarra eléctrica; entonces agarré la Gibson e hice un disco de latin jazz con algunos bonus track, como un swing, un rythm and blues y un funky", contó Salinas.
"En definitiva, es un disco de música latina en el que me preocupé más que nada por las melodías y por un sonido directo y sin artificios", agregó.
El guitarrista presento los temas de la placa discográfica en un concierto que se realizo en el teatro Opera de Buenos Aires el sábado 13 de diciembre de 2006 y en el que se presento junto a la potente banda que lo acompañó en la sala de grabación, compuesta por los uruguayos Daniel Maza en bajo y José Reynoso en piano, el percusionista mendocino Facundo Guevara y Sebastián Peyceré en batería.
"Hay un punto en la vida en el que lo importante pasa a ser el modo en cómo uno disfruta lo que está haciendo antes que otras consideraciones como el gusto de los otros o la crítica", señaló un Salinas evidentemente distanciado de aquel que impactaba por un virtuosismo sin límites.
El músico, que apareció en la escena porteña en los 80 en el mítico Oliverio de la calle Paraná, donde llegó a colgar un cartel que decía "los amigos pagan porque los enemigos no vienen", y que luego tocó con parte de lo mejor de la escena internacional (B.B. King, Hermeto Pascoal, John Scofield, Paco de Lucía, Dino Saluzzi, entre otros), asegura hoy que "hay un momento en que uno se vuelve más puro y ya no se preocupa por volarle la cabeza a nadie".
"Lo mejor es tocar así, sin obligaciones y con la libertad de estar haciendo lo que uno quiere; de hecho, «Ahí va» no tiene para nada el volumen de un disco americano", afirmó Salinas.
El guitarrista nacido en Monte Grande, que se dio a conocer con "Salinas" y luego editó "Rosario" y "Sólo guitarra" explicó que junto al ingeniero de sonido, el "Portugués" Da Silva, "decidimos que fuera un trabajo casi sin masterización, aceptando que suene un poco más bajo pero cuidando básicamente no perder el sonido puro de lo que pasó en la sala cuando lo tocábamos".
"Con los años aprendí que lo que importa -agregó- es ser un músico con una forma propia, que vos te reconozcas en lo que estás tocando, ser lo más Salinas posible, porque si yo no me reconozco en lo que estoy haciendo me estoy mintiendo y le estoy mintiendo a la gente".
Luego de su presentación en el Opera, Salinas viajo a Cuba y se presento el 17 de diciembre en el Festival de La Habana por invitación del pianista de jazz Chucho Valdés y, después, durante todo este verano, recorrerá distintos escenarios de las costas argentinas y uruguaya para partir en marzo hacia España (donde actuará en Barcelona, Madrid y Murcia) y Suecia.

Literatura


Recordando a Soriano y su oficio
El 29 de enero, se cumplieron diez años de la muerte del escritor y periodista Osvaldo Soriano. En honor a esa fecha, los diarios de nuestro país dieron lugar a este autor en sus sumarios. Algunos medios gráficos que trataron el tema fueron Página/12 (dedicó a este aniversario la totalidad del suplemento “Radar”), Clarín, La Nación o el periódico dominical Perfil, entre otros.
Luego de leer tantas notas publicadas por periodistas allegados a Soriano, me resulta complicado escribir sobre él, no lo conocí personalmente y nunca podré comprobar por mi cuenta si son ciertas algunas cosas que dicen: que era un tipo entrañable, encantador, y que no les negaba su experiencia a sus más jóvenes colegas.
Capítulo tras capítulo, “el gordo” lograba atrapar al lector. A sus personajes los presentaba sencillos, luchadores y fracasados pero dispuestos a cualquier cosa para lograr sus objetivos. No conformes con su realidad, no tienen límites a la hora de marcar sus parámetros de acción: no se rigen por las reglas impuestas por la sociedad.


Libro recomendado: Cuarteles de Invierno

De todas las novelas que leí de este escritor, “Cuarteles de Invierno” fue la que más me gustó; sus líneas están escritas con suspenso; el final de cada capítulo cautiva al lector y lo invita a continuar.
En esta novela, Soriano crea un pueblo imaginario, Colonia Vela, está ubicado a pocos kilómetros de la ciudad de Tandil, y representa a la sociedad Argentina. El autor amolda la trama al contexto de la época en que la escribió: en los tiempos del Proceso de Reorganización Nacional ocurrido entre 1976 y 1983.
En esta historia, un boxeador en decadencia (Tony Rocha) y un cantor de tango (Andrés Galván) llegan desde Buenos Aires a ese pequeño pueblo para animar la fiesta que los militares decidieron organizar en el lugar.
Ambos se hacen amigos entre sí e intentan no involucrarse con las intenciones de los militares. Esta tarea no les resultó fácil, razón por la cual se vieron envueltos en inconvenientes con los militares.

El contexto de la obra:

Fue escrita por Soriano entre 1976 y 1979 mientras permanecía en el exilio en Bruselas, Bélgica, y vivía en una iglesia que según dijo, la consiguió con un buen verso.
Una vez, en referencia a “Cuarteles de invierno”, el gordo le escribió desde elexilio al autor de “La Patagonia trágica”, su amigo Osvaldo Bayer: “Estoy laburando en la novela. Se me complica cada dos por tres porque, uno no controla a los personajes como si fueran marionetas, pero por momentos es como si los milicos estuvieran a mi merced”.
Ambos literatos debieron partir al exilio; uno se alojó en Alemania y el otro en Bélgica. El contacto que mantuvieron era mediante correspondencia, compartían las penas de estar repatriados y se daban fuerza entre sí.

Por Andrés Quevedo

Entrevista a Carlos Menem


Entrevista Carlos Saúl Menem: Liderazgo Presidencial (8 de noviembre de 2006)


Usted al inicio de su primer mandato construye una nueva coalición (UCEDÉ) ¿Cuándo y cómo concibió esa idea y cuáles fueron los obstáculos a vencer para llevarla a cabo?

Bueno, yo creo que en ese sentido fui un excelente discípulo del general Perón. No nos olvidemos que el general Perón gana las primeras elecciones a partir de un acuerdo con el Partido Laborista. Su movimiento que se iniciaba recién y el Laborismo por otro lado, sin olvidar a muchos sectores del Partido Demócrata. Lo que hizo Perón el ’46 y lo repitió después en 1952 en su reelección, lo reiteramos nosotros en el ’89 a partir de un frente que integramos con parte de la democracia cristiana, con un sector de la UCEDE con nuevamente el partido demócrata y algunos otros partidos políticos que tenían en aquella época una vigencia significativa. Yo aprendí eso del general Perón, y viene muy a cuento la pregunta, de que el Justicialismo solo no puede ganar las elecciones. Es decir necesita del acuerdo con otras organizaciones políticas. Eso es lo que hicimos. En el ’89 y lo que llevamos a cabo en el ’95. ¿Hubo algún obstáculo para esa coalición o…?. No, no hubo mayores obstáculos, todo lo contrario, prácticamente todo el sector del justicialismo miró con muy buenos ojos esta actitud de procurar un acuerdo con los sectores importantes de la política argentina, del espectro político argentino y los resultados están a la vista. En las dos oportunidades, hasta diría yo en las tres oportunidades que competimos por la presidencia anduvimos bien. La primera vez ganamos con el 48% de los votos, en el ’95 con el 52% de los votos y bueno, después de pelearnos contra todo el mundo, en el 2003 también ganamos. Pero claro, ya la segunda vuelta se hacía muy difícil, nos quedamos prácticamente sin recursos y era pelear contra el gobierno porque Duhalde estaba abiertamente en contra nuestro y a favor del actual Presidente

¿Cuáles eran sus principales criterios para elegir a sus colaboradores? ¿Cuánto pesaba su confianza personal y cuánto la confianza en las habilidades técnicas de los elegidos?

Bueno, yo procuré siempre elegir a los más capaces, a pesar de todo. A quiénes tenían la posibilidad de triunfar en las funciones que se le asignaba. En ese sentido, por ejemplo, procuré, al principio poner en marcha un verdadero pacto de la Moncloa a imagen y semejanza de los que hicieron los españoles y por eso apelé al sector empresarial para que me dieran el nombre de un ministro de Economía, bueno eh me dieron el nombre de Roy que después murió, éste después de Roy vino otro (eh) antes de González, bueno también un economista del sector empresarial, después González y por último Cavallo teniendo en cuenta que… (pausa por interrupción de un asesor). Vino Erman González, un amigo por muchos años que lo superaron los acontecimientos por ese rebrote inflacionario y después Cavallo. Lo traje a Cavallo que era el canciller, lo mandé de canciller a Guido Di Tella, un hombre talentoso que fue uno de los mejores, sino el mejor ministro de Relaciones Exteriores que tuvimos y Cavallo. O sea, siempre tuve en cuenta la calidad y las habilidades en todo sentido de mis colaboradores y no me puedo quejar.

¿Le gustaba que le dieran distintas alternativas de líneas de acción para tomar sus decisiones o prefería una única propuesta hecha por quiénes le parecían más confiables?

Las decisiones que yo tomaba las ponía en marcha a partir de consultas previas en el gabinete. Yo me reunía todas las semanas, escuchaba a todos y a partir de ahí tomaba las decisiones. Es decir no eran decisiones de tipo autoritarias ni mucho menos, sino que eran decisiones teniendo en cuenta la capacidad de quienes colaboraban en la tarea a partir del gabinete con el Presidente de la República. En cualquier régimen democrático el que tiene la última palabra es el Presidente.

4. ¿Los grados de autonomía de sus ministros eran todos iguales o había quiénes podían ser más autónomos que otros?

No eh. Es imposible, los ministros eran todos iguales. Algunos que tienen funciones distintas. No es lo mismo ser ministro de Defensa que ser ministro de Economía. No es lo mismo ser ministro del Interior que ministro de Defensa. Cada cuál en su esfera. Pero siempre bajo la supervisión del Presidente de la Nación.

¿Le gustaba que discutieran sus ideas con usted o preferían que acataran sin mayores objeciones?

No, no. Siempre a mis ideas las discutía con…, las poníamos en consideración en el ámbito del gabinete. Normalmente la decisión era una decisión tomada con responsabilidad a partir de la figura presidencial, por la autoridad, en el sentido de que eran compartidas esas decisiones después de los debates correspondientes, del diálogo correspondiente con el gabinete.

Usted atravesó momentos personales muy difíciles durante su gestión ¿Cómo lograba evitar que lo perturbaran en su tarea?

Bueno sí, momentos muy duros, durísimos. No hablemos tan solo de mi separación de Zulema, ese es un hecho públicamente conocido. Sino fundamentalmente la pérdida de mi hijo, de Carlitos, y bueno hay que convertir ese tremendo dolor en amor y volcarlo hacia el pueblo. No hay otra forma de superar, si podemos hablar de superar, situaciones como éstas.

¿Cuál es su logro más apreciado como presidente y en qué cuestión le hubiera gustado hacer las cosas de otra manera vista la perspectiva del tiempo?

Bueno eh. Si nosotros tenemos en cuenta que pese a todo, crecimos económicamente, mantuvimos una envidiable estabilidad. Yo hubiera querido obtener mejores resultados en el campo de la economía, de las finanzas. Pero no nos olvidemos que nosotros no teníamos un viento a favor. Teníamos un viento muy fuerte a partir del cambio de las propuestas que se venían repitiendo en la Argentina, de economías controladas, economías protegidas. Poner en marcha economías de mercado no eran cosas fáciles. Pero además cuatro grandes crisis por las cuales atravesaba el mundo: la crisis del tequila en México, la crisis del sudeste asiático, la crisis de Rusia y por último la crisis de Brasil, al lado nuestro. Y sin embargo, mantuvimos esa estabilidad. En el ‘99 el crecimiento se detuvo, empezó a caer todo y en los últimos meses se empezó a recuperar y ya no hubo más tiempo porque vino el gobierno de la Alianza que fue un verdadero desastre

¿Hay alguna experiencia de su vida política que cree que marcó su estilo de hacer política y liderar o lo fue recreado y adaptando según los tiempos?

Bueno eh, yo vuelvo a reiterar me consideré y me considero un fiel discípulo de Perón, uno de los pocos que van quedando. Pero aprendí de todo que había que cambiar la montura de acuerdo a los tiempos. Es decir, no podíamos seguir practicando el peronismo del ’46, luego del ‘52 en otra época como en el ’89. Fuimos readaptando el peronismo en sus principios, su doctrina, teniendo en cuenta como evolucionaba no tan solo el país, sino el continente. Porque ya Perón hablaba de continentalización y el mundo hablaba de globalización. Así que de acuerdo a esos aspectos que todavía se siguen desarrollando, nosotros fuimos acomodando nuestras propuestas políticas. Actualizándola permanentemente.

¿Cuál es a su criterio la mayor virtud o habilidad que tiene que tener un presidente y cuál el defecto que no puede permitirse?

Bueno no se trata aquí…, porque muchos en este momento hablan de recursos y que al gobierno le sobra plata. Yo creo que no es eso. La habilidad de un presidente no depende de los recursos que tenga sino del ejercicio de la autoridad. Cuando un presidente, por más recursos que tenga, no sabe ejercer la autoridad se cae. Es lo que esta pasando ahora. Porque hay recursos pero no hay autoridad. Yo creo que cuando se ejerce bien este concepto las cosas funcionan.

¿En el momento de comunicarse con la gente, le gustaba improvisar “semblanteando” a los interlocutores o prefería comunicar con detalle sus comunicaciones?

Dependía muchas veces del auditorio, dependía del tipo de actos que se llevaban a cabo. En un acto académico era muy difícil improvisar. Pero en un acto nivel del pueblo el discurso normalmente es distinto. Es decir uno, como lo termina de expresar, semblantea a la gente pero con la verdad se pueden decir las cosas de distinta forma. La verdad es una, pero la forma de expresarla es distinta. Para que la gente entienda, para que el auditorio por mas variado que sea, pueda entender la idea que se esta desarrollando. En un lugar académico, en un centro académico o en los actos en la calles, en las plazas en los parques, en la plaza de mayo, son situaciones distintas. Uno le tiene que llegar a la gente. Y el pueblo argentino es inteligente, está muy politizado pero además es intuitivo, entonces se puede improvisar, como muchas veces lo hice, pero no mentir.

¿Con qué aspectos de la personalidad de Facundo Quiroga más se identificaría?

Yo diría que con su fortaleza. Con su fortaleza y por su deseo de defender a su gente, a su pueblo, a su país a partir de su provincia, de La Rioja. Claro, Facundo como todo hombre tenia sus defectos también no, era un hombre que le gustaba las mujeres, eso lo sabe todo el pueblo, todo el mundo pero era un hombre de unas agallas tremendas y defendió hasta las ultimas consecuencias y pagó con su vida el federalismo.

Cuando conoció a Perón y Eva Perón (cuando estos le entregaron un premio por haber integrado un equipo de básquet triunfador en los torneos juveniles que se organizaban en todo el país) ¿En qué medida lo perturbó políticamente este hecho?

No fue en un torneo juvenil. Fue un torneo ínter universitario, yo integraba el equipo de la Universidad de Córdoba, de básquet. En el Luna Park se jugó la final, yo recibí la copa en manos de Evita. Fue un momento muy emotivo, uno de los momentos más emotivos en un momento que recién empezaba a darse en el mundo la política, que recién empezaba a darse en lo que hace a mi ingreso en ese fascinante y atrapante mundo que me toco vivir durante mas de 50 años.

Desde sus primeros inicios en la Universidad, ¿Cuáles eran sus objetivos primarios y si, para ese entonces, comulgaba con una fuerte vocación política?

Si, con una fuerte vocación política para defender el federalismo como buen riojano, a los grandes caudillos federales como Peñaloza, “El Chacho”, como Quiroga, Felipe Varela que lucho por la unidad latinoamericana. En fin, esa fue mi defensa y mi ingreso al mundo de la política y mi paso por la universidad, por la vida universitaria.

¿Cuáles considera que son las variables principales a tener en cuenta de un presidente, aquello que no puede estar ausente, aquello que constituye una condición indispensable para ejercer un liderazgo presidencial?

Bueno hay tres aspectos. Seguridad, Salud, Educación y fundamentalmente política en el buen sentido de la palabra. Estos tres aspectos pero volcados hacia la verdadera política que es la política internacional. Es decir, uno se puede preocupar por la seguridad interna, pero también se tiene que preocupar, en este mundo que se continentaliza, se globaliza por la seguridad en esos niveles. Por eso debemos ser colaboradores con todos lo países del mundo para ir poco a poco terminando con el terrorismo pero además para que el mundo entienda que los países progresan con una economía protegida en ese campo. El terrorismo, termina haciendo explotar absolutamente todo. Y por hay vamos en ese camino….

Salud

Hay amores que matan y hay cariños que duelen…


¿Qué es un beso? ¿Qué significa? ¿Por qué se da? ¿Cuándo se niega? ¿Quién no recuerda al primero? ¿Quién se olvidó del último? Todos estos interrogantes tienen un amplio abanico de respuestas. Incluso podríamos caer en un interesante debate filosófico. Sin embargo, nosotros no vamos a hablar de cualquier beso, nos referiremos a uno en particular, uno que trae bastantes dolores… de cabeza, de garganta, de hígado. Hoy informaremos sobre la enfermedad del beso: la mononucleosis.
La mononucleosis es la infección vírica aguda causada por el virus de Epstein-Barr. Los síntomas característicos incluyen fiebre, dolor de garganta, dolores de cabeza, manchas blancas en la parte posterior de su garganta, ganglios inflamados, sentirse cansado y sin hambre. Dichas señales usualmente se desarrollan entre cuatro y siete semanas después de que fuiste expuesto al virus.
El Epstein-Barr se encuentra en la saliva y el moco. Usualmente se transmite de una persona a otra a través del beso, rara vez es transmitida de otras maneras tales como la tos. Algunas personas que tienen el virus en el cuerpo jamás muestran los síntomas; aunque pueden infectar a otros. De hecho, los expertos creen que el Epstein-Barr lo propaga frecuentemente la persona portadora del virus, pero que no tiene mononucleosis. La enfermedad “del beso” se padece una sola vez. Es más común en las personas entre los 15 y los 35 años de edad.
¿Por qué se padece una sola vez? Porque el Epstein-Barr pertenece a la familia de los herpes virus y cuando estos ingresan en el organismo ya no salen. Permanecen alojados en células del sistema nervioso pero se desconoce con exactitud en cuáles.
El problema más grave con la mononucleosis es que el bazo se agrande e incluso tenga una ruptura, es decir que se raje. El bazo es una víscera abdominal que se localiza en la parte superior del abdomen, en el lado izquierdo. Sus funciones están relacionadas con la sangre y el sistema inmunitario. Por esta razón, los médicos recomiendan evitar la actividad física por lo menos un mes después de tener la enfermedad, porque el bazo generalmente se mantiene agrandado mientras estás enfermo. Cuando al bazo se agranda puede desgarrarse fácilmente, causando hemorragias internas y dolor abdominal, necesitando cirugía de emergencia. No participes en deportes de contacto.
La mononucleosis no tiene cura, pero la mejor noticia es que aunque no hagas nada, el virus desaparece por sí solo, generalmente en tres o cuatro semanas. Debido a que la enfermedad la causa un virus, los antibióticos como la penicilina no ayudan, a menos que haya una infección secundaria como la infección de la garganta por estreptococo (un genero de bacterias que según el grupo en que se clasifican, pueden provocar amigdalitis, meningitis o neumonía). De hecho, ciertos antibióticos pueden causar una erupción en la piel si los tomas cuando padecés la mononucleosis.
A medida que el enfermo se vaya recuperando, es recomendable que se cerciore de no contagiar a sus familiares y amistades. Lo más probable es que no contraigan la enfermedad por tener contacto casual con él, pero siempre pueden tomarse precauciones para mantenerlos libres de gérmenes: lavarse las manos frecuentemente, cubrirse la naríz y la boca cuando estornude o tosa y no compartir su bebida y utensilios que use para comer.
Conociendo nuestro cuerpo y sabiendo cómo prevenir el contagio, haremos de esta, una sociedad más saludable.

Carnavales porteños


“Carnaval toda la vida ”


“Se acercan los días consagrados a esa brutal diversión. Legado de nuestros opresores,”así comenzaba “un porteño”, como dio en llamarse, una nota que publicara en un periódico de 1833.Como bien dice nuestro antepasado protestón, en los siglos pasados el carnaval se festejaba con una violencia increíble. Fue cambiando, poco a poco, a través de los años, influenciado por el también lento cambio cultural de nuestra sociedad. El carnaval fue legado por los españoles, con ellos llegaron a nuestras tierras estos festejos de antigua data en el continente europeo.
El carnaval que se festeja en nuestras tierras se ve originado como una fiesta cristiana, o por lo menos en un ámbito cristiano, ya que el carnaval son los tres días anteriores (sábado, domingo y lunes) al miércoles de ceniza, que es cuando comienza la cuaresma. La cuaresma es un período de ayuno observado por los cristianos como preparación para la pascua. Por todo esto, los tres días de carnaval, eran festejados a pleno, porque luego vendría un período de ayuno completo, o sea, de fiestas también.
Como bien dice una antropóloga “el carnaval aparece como un absurdo; encarna la sublimación del ocio”. En esta fiesta, el disfraz propone la confusión de los lugares sociales y hasta de los sexos, esclavos disfrazados de señores y al revés, humanos disfrazados de animales, hombres transformados en mujer, etc. Pero es también un tiempo de sueño, se encarna el papel que se quiere ver, solo por tres días.
Nuestro carnaval ha adquirido muchas formas a lo largo de sus cientos de años de vida, pero la costumbre que siempre reinó, y lo sigue haciendo, es la de arrojarse agua. El abuso de esta costumbre fue la causante de las distintas prohibiciones que se le impusieron a esta divertida fiesta. Nadie se quedaba fuera del carnaval, todos se divertían en estos tres días en los cuales la ciudad parecía un campo de batalla; Ricos, pobres, blancos, negros, desconocidos, conocidos, todos participaban. El mismo Domingo Sarmiento era un gran adepto al carnaval y no se molestaba en lo mas mínimo si le arrojaban agua cuando era presidente.
Como se dijo, la costumbre de mojarse uno a otro en carnaval, la trajeron los españoles, a pesar que en España el carnaval cae en invierno. Ya desde el siglo XVIII los porteños se mojaban los unos a los otros. En 1771 el gobernador de Buenos Aires Juan José Vértiz implantó los bailes de carnaval en locales cerrados. Se oficializaban los bailes, a efectos de atenuar las inmorales manifestaciones callejeras de los negros, que habían sido prohibidas el año anterior. Por esa misma época, un grupo de gente descontenta con los bailes justo antes de la cuaresma, y según decían por los excesos que ocurrían en ellos, llevó su descontento ante el mismísimo rey de España. El rey envió de inmediato dos ordenes a Vértiz, el 7 y 14 de enero de 1773, por las cuales prohibía los bailes y le encargaba que arreglase las escandalosas costumbres en que había caído la ciudad.
Vértiz, no se quedo callado, le protesto al rey diciendo que como se bailaba en España, también se podía hacer en Buenos Aires. Pero el rey Carlos III promulgo una ley el 16 de diciembre de 1774, en la cual prohibía los bailes de carnaval, alegando que el nunca los había autorizado en las indias. Como ustedes se imaginaran no se respeto la prohibición.
En 1820 un comentario del diario La Gaceta Mercantil decía, frente a un edicto prohibitivo de los festejos de carnaval, que "nos ha sido satisfactorio que el señor juez de policía haya dictado medidas que pongan en tortura a todos los prosélitos del célebre carnaval, inventado para el escándalo más terrible de todas las pasiones juntas".
Después vino la orden de prisión, decretada por Rosas en 1844, para quienes contravinieran la prohibición de festejar el carnaval; y tras su caída, se restablecen las fiestas, pero con medidas muy estrictas de control.
En 1869 se realiza en Buenos Aires el primer corso con comparsas de negros y de blancos tiznados, que relucían con sus disfraces y su ritmo, mientras su canto y su baile alocado y armónico disparaba piernas y brazos al aire.
Comenzaron a surgir las agrupaciones de carnaval por barrio, y cada barrio de la ciudad a tener su corso. Décadas del siglo XX por las que decayeron y resurgieron los festejos, en los que las murgas alzaban su canto picaresco, satírico y de crítica social y política, como en la actualidad
La época que más recuerdan los viejos murgueros es la década del 40 como uno de los momentos de mayor brillo del festejo carnavalero. Atrás había quedado la crisis económica del 30 que apagó por un tiempo ese espíritu, y después vendrían nuevas luces y nuevos apagones
Más tarde, en los años de la última dictadura, si bien algunas muy pocas murgas mantuvieron una restringida y recortada actividad en espacios cerrados, la murga y el carnaval se cerró sobre sí mismo frente a tanta prohibición, censura y represión. El silencio se había impuesto en las calles a punta de fusil que asomaban de los falcón.
En la última década, la recuperación del carnaval porteño se hizo carne en el sentir de las agrupaciones carnavalescas, las que instalaron en pleno centro de Buenos Aires a sus murgas reclamando aquellos tradicionales feriados.
En este marco, lograron en 1997 ser declaradas, por la ordenanza 52039, patrimonio cultural de la ciudad, y reinstalar así a las murgas en parques y plazas, donde se preparan durante todo el año
Mientras tanto, la organización de los festejos fue encontrándose con su historia: el corso barrial, donde se agolpa la gente para ver pasar el desfile de las murgas hasta que llegan al escenario y despliegan su canto y su baile, al compás del bombo con platillo, elemento distintivo de la murga porteña.

lunes, 12 de febrero de 2007

Un deja vuh en vivo


Las puertas del bar Acatraz esperan las 20 horas del 3 marzo para conocer a Deja Vuh, una banda que hará su debut en vivo esa misma noche. Con temas clásicos de los ´80, revivirá en Av. Rivadavia 3636, la magia de algunos artistas reconocidos internacionalmente; es por eso que la música de Bryan Adams, Roxette y Queen no faltarán en el espectáculo.

Así comenzó la magia...

Tras el resurgimiento del rock/pop de los años 80, en los últimos años se ha comenzado a gestar un nuevo sonido en la música contemporánea. Buenos Aires no escapa a este proceso, y la joven agrupación Deja Vuh es símbolo de esto.
A mediados de junio de 2006, Yanina Romeo (vocalista) se puso en contacto con Rodrigo Butta (tecladista) para formar un dúo de teclado y voz, que más tarde se ampliaría. Tiempo después, Rodrigo se contactó con Leandro Ottati (baterista y corista), con quien ya había estado en otra banda años atrás; casualmente Leandro estaba pensando en hacer algo relacionado con rock/pop. Nicolás Martínez Vergara (primer guitarrista y corista), amigo personal de Yanina, se unió al grupo con muchas ansias de participar en una banda de covers de los 80, y como faltaba un bajista, convocó a su hermano Fernando, que con muy buena onda se prendió. En la búsqueda de un sonido sólido y con más cuerpo, la banda decidió incorporar a un segundo guitarrista, Federico Scarpa, amigo del baterista.
Debido al estilo y a la intención del grupo de recordar viejas canciones que nunca pasan de moda y que ya son clásicos en la historia del rock, la banda fue bautizada como Deja Vuh.
Con mucha energía y sobredosis de rock y pop, este conjunto promete deleitarnos con nuevas versiones de temas clásicos y, próximamente, sorprenderá a sus seguidores con temas propios...

miércoles, 24 de enero de 2007

Entrevista a Yiya Murano: "Mi conciencia no conoce nada para dormir"

En un local de La Boca ubicado cerca de su casa, Yiya Murano habla sobre su vida personal: asegura tener la conciencia limpia y critica a los medios de comunicación.


Sentada en la mesa de una fonda ubicada sobre la calle Brandsen y Almirante Brown, en La Boca y a tres cuadras de su casa, Yiya aguarda para contar sobre algunos detalles de su vida. Lleva puestos un par de lentes de sol de color verde y rojo que le dan un aspecto jovial pero que casi no permiten verle los ojos cuando habla.
Hace algunos años, para responder al libro que publicó su hijo Martín, Yiya se reunió con el historiador Félix Luna, con quien compartió su infancia en La Rioja. "La verdad verdadera sobre Yiya Murano" hubiese sido el nombre del material que recopilaría cientos de líneas en defensa de la mujer acusada de estafar y matar a tres amigas, pero esas hojas que guardarían sus memorias quedaron en blanco. Por eso cuando le preguntan por ese libro, ella responde: "Era volver a empezar con el tema. Yo sí quiero volver a empezar, pero de otra manera, siempre miro para adelante".
"Mi conciencia no conoce nada para dormir; gracias a dios apoyo la cabeza en la almohada y me duermo". dice la "envenenadora de Monserrat", y entre lágrimas explica que con el paso del tiempo aprendió a ser una persona muy fuerte, por eso no necesita que le tengan lástima.
"Lo único que sé, es que la justicia no funciona. Conmigo se ha equivocado y mucho", afirma con un tono iracundo en su voz pero no tanto como el que toma cuando habla sobre su paso por los medios. "La gente te hunde como si nada y es según cómo estás vos: cuando estás arriba todo está regio, cuando vos estás abajo todos te pisan".
Sin quitar la mirada de una pared que tenía la lista de precios, dice saber quién fue el que mató a sus tres amigas, pero como esa persona falleció, nunca la denunció en la televisión como hubiese querido. "Es fácil culpar a alguien que ya murió y no puede defenderse, por eso preferí callarme. La vida se encargó de hacerme pensar y darme cuenta de que algunas cosas no valen la pena", comparte sus pensamientos en un tono reflexivo.
Cuando el mozo se acerca a la mesa para dejar el ticket, la septuagenaria mujer le pregunta por sus hijos, el hombre sonríe y le cuenta sobre el estado escolar de uno de ellos, se aleja y ella prosigue: "Los diez años que estuve en Tortuguitas –así llama al penal de Ezeiza donde estuvo presa- me resultaron soportables porque nos hacían trabajar, pero cuando salí solo pensé en una cosa: qué hermosa es la libertad".