miércoles, 7 de marzo de 2007

Salud

Hay amores que matan y hay cariños que duelen…


¿Qué es un beso? ¿Qué significa? ¿Por qué se da? ¿Cuándo se niega? ¿Quién no recuerda al primero? ¿Quién se olvidó del último? Todos estos interrogantes tienen un amplio abanico de respuestas. Incluso podríamos caer en un interesante debate filosófico. Sin embargo, nosotros no vamos a hablar de cualquier beso, nos referiremos a uno en particular, uno que trae bastantes dolores… de cabeza, de garganta, de hígado. Hoy informaremos sobre la enfermedad del beso: la mononucleosis.
La mononucleosis es la infección vírica aguda causada por el virus de Epstein-Barr. Los síntomas característicos incluyen fiebre, dolor de garganta, dolores de cabeza, manchas blancas en la parte posterior de su garganta, ganglios inflamados, sentirse cansado y sin hambre. Dichas señales usualmente se desarrollan entre cuatro y siete semanas después de que fuiste expuesto al virus.
El Epstein-Barr se encuentra en la saliva y el moco. Usualmente se transmite de una persona a otra a través del beso, rara vez es transmitida de otras maneras tales como la tos. Algunas personas que tienen el virus en el cuerpo jamás muestran los síntomas; aunque pueden infectar a otros. De hecho, los expertos creen que el Epstein-Barr lo propaga frecuentemente la persona portadora del virus, pero que no tiene mononucleosis. La enfermedad “del beso” se padece una sola vez. Es más común en las personas entre los 15 y los 35 años de edad.
¿Por qué se padece una sola vez? Porque el Epstein-Barr pertenece a la familia de los herpes virus y cuando estos ingresan en el organismo ya no salen. Permanecen alojados en células del sistema nervioso pero se desconoce con exactitud en cuáles.
El problema más grave con la mononucleosis es que el bazo se agrande e incluso tenga una ruptura, es decir que se raje. El bazo es una víscera abdominal que se localiza en la parte superior del abdomen, en el lado izquierdo. Sus funciones están relacionadas con la sangre y el sistema inmunitario. Por esta razón, los médicos recomiendan evitar la actividad física por lo menos un mes después de tener la enfermedad, porque el bazo generalmente se mantiene agrandado mientras estás enfermo. Cuando al bazo se agranda puede desgarrarse fácilmente, causando hemorragias internas y dolor abdominal, necesitando cirugía de emergencia. No participes en deportes de contacto.
La mononucleosis no tiene cura, pero la mejor noticia es que aunque no hagas nada, el virus desaparece por sí solo, generalmente en tres o cuatro semanas. Debido a que la enfermedad la causa un virus, los antibióticos como la penicilina no ayudan, a menos que haya una infección secundaria como la infección de la garganta por estreptococo (un genero de bacterias que según el grupo en que se clasifican, pueden provocar amigdalitis, meningitis o neumonía). De hecho, ciertos antibióticos pueden causar una erupción en la piel si los tomas cuando padecés la mononucleosis.
A medida que el enfermo se vaya recuperando, es recomendable que se cerciore de no contagiar a sus familiares y amistades. Lo más probable es que no contraigan la enfermedad por tener contacto casual con él, pero siempre pueden tomarse precauciones para mantenerlos libres de gérmenes: lavarse las manos frecuentemente, cubrirse la naríz y la boca cuando estornude o tosa y no compartir su bebida y utensilios que use para comer.
Conociendo nuestro cuerpo y sabiendo cómo prevenir el contagio, haremos de esta, una sociedad más saludable.

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